Si todo fuera verdad la vida sería fácil.... pero no, vivir no es fácil
Gracias por entrar en mi vida y hacerme ver lo que es realmente la felicidad. Por haberme comprendido, ayudado y enseñado tantas cosas. Porque si no hubieras llegado, aún seguiría siendo la misma persona ingenua e insegura que encontraste. Tu me hiciste ver que las cosas no eran como yo las veía, que podía ser una mujer independiente, fuerte y que no debía conformarme con nada, pues siempre sabías que podía llegar a más. Gracias también por ser mi amigo, mi confidente, mi paño de lágrimas, pero también mi compañero de aventuras y de emociones. Gracias por amarme así y dejar que yo te amara igual. Tengo que pedirte perdón, porque quizá no supe demostrarlo como merecías, aunque quise hacer que la distancia no pesara, casi nunca lo logre, tu querías todo de mi y aunque yo pensaba que te lo daba tu exigías más y más, te di todo mi tiempo, mi amor, mi comprensión, hasta mi cuerpo y ya no sabía como darte más, quería que te sintieras seguro de mi y creo que tampoco lo logre. Tú eres de esas personas que quiero que permanezca en mi vida para siempre, de esas personas que suman en tu día a día, y no te restan felicidad. No quiero odiarte, ni olvidarte, porque tú ayudaste a que me encontrara a mi misma. Me ayudaste a aceptarme y a mejorarme, ser mejor persona y mas mujer. Así que gracias, otra vez. Por tus abrazos, por tus sonrisas, por tus ganas de aferrarte y vivir la vida. Quizás el destino no nos quiere juntos, pero yo siempre voy a desearte lo mejor. Por eso, quiero que encuentres a esa persona que te complemente del todo, con la que puedas sentirte completamente feliz. Pero sobretodo, espero que nunca desaparezcas de mi vida.
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