martes, 2 de diciembre de 2014

Día 41 Mi depresión y yo



Estoy cansada, la fuerza se agota, mis muslos tiemblan. Ya no puedo caminar, ¡que sueño! ¡tengo tantas ganas de dormir, de rendirme! ¿Qué sucede allí afuera? Hay tanto silencio en el vacío, y la boca se me llena de palabras que quiero vomitar. Estoy cansada.
—  Tatiana C,

No te olvides del día que nos conocimos, no te olvides del primer momento en que me hablaste. No te olvides de todas esas cosas que me hacen reír, no te olvides de los días que estaba triste y tú me consolaste. No te olvides de todas nuestras peleas y reconciliaciones, no te olvides de mis celos y mi orgullo, pero no te olvides de los tuyos también. No te olvides de la primera vez que me dijiste que me amabas, y por supuesto no te olvides también cuando te lo decía yo. No te olvides cuando te hacia enojar y lo mucho que me gustaba hacerlo. No te olvides de aquellas madrugadas que pasábamos hablando, hacíamos travesuras y locuras. No te olvides de lo mucho que te extrañe cuando estabas lejos. No te olvides de que te amo y que siempre lo haré.
—  No me olvides. (Cheryl Lanham)

Y así de triste pasó de un sentimiento de cariño a uno de decepción…
—  La realidad choca a veces… pero bueh.

Porque todas las noches me torturo pensando en ti.

¿Por qué no solo me olvido de ti?
—  Mario Benedetti

No hay comentarios.:

Publicar un comentario