“Sigo adelante y preguntándome cómo es que de un día a otro yo lo era todo para ti y hoy ya no estás. Dices no estar preparado, pero ¿preparado para qué? ¿para amar? Con tus hechos me has demostrado que lo que sentías era cualquier cosa menos amor. Ahora eres pasado para mí, no tienes presente ni futuro conmigo.” -Así se debe responder a quien todos los días te hace llorar y pasar por malos ratos.
Cuando entras en una relación de pareja, lo que más quieres es que te quieran del mismo modo que tú lo haces. Pero todas las personas somos diferentes, y cada cual ama a su modo. Las mujeres tendemos a ir más allá de lo permitido, porque las mujeres, pase lo que pase, tendemos a ser corazones abiertos, que nada ocultamos y todo lo entregamos.
Estamos en un siglo en el que las mujeres deben ser respetadas, no son juguetes de inescrupulosos que prometen el cielo y las estrellas, eso ya no existe. Cuando elijas a la persona que vas a amar, que sea con la firme convicción que vas a recibir lo mismo, no caigas presa del primero que endulce los oídos, ni sólo escuches lo que quieres escuchar. Hoy día las mujeres podemos decidir y tomar decisiones acerca de nuestras relaciones, hazlo de forma sabia sin dejarte llevar por promesas e ilusiones.
¿Cuántas de nosotros no conocemos personas que van caminado por el pasillo del dolor a causa de ser menospreciadas?
Creo que todas ellas se acercan en busca de consuelo, pero ¿qué le puedes decir a una mujer enamorada? No te escuchará, porque sólo tiene un pensamiento: el de ella, la que se cree todas las mentiras que le dice su amor. Y estas mujeres, menospreciadas por sus parejas, suelen rebelarse de vez en cuando con frases como“¡conmigo ya no jugarás más”, “nunca más te voy a creer”, “lo nuestro se acabó”… pero antes de que te des cuenta, vuelven a estar con ellos porque se les iluminó el día al recibir un mensaje o unas bellas palabras. Son menospreciadas porque se menosprecian a sí mismas: necesitan sentirse amadas y únicas, y para sentirlo se rebajan a creerles una y otra vez.
El amor no es sufrir, el amor es sentirse feliz todos los días; es tener la certeza de que aunque pasen muchas horas y no le puedes ver, él te ama y te es fiel. En el amor sano y correspondido no hay cabida para la desconfianza, no te sientes perdida, estás en un buen puerto… cuando sientes todo eso, es porque estás en la relación correcta, las demás sólo son humo de las que debes salir corriendo, no son para ti, pues tú te mereces toda la felicidad que hay en este mundo.
Por el sólo hecho de ser mujer y amar con tus cinco sentidos, estás en tu derecho de reclamar un buen amor; no una aventura, que para eso hay otras personas. Tú eres hermosa, valiente, una guerrera que ya no sufre por malos amores, sino que sólo se entrega al amor verdadero.
© Autor: Shoshan.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario